La maternidad alrededor de los 40 es una tendencia que aumenta día a día, así que soy una mamá a la moda. Si a esto le sumamos el creciente número de embarazos múltiples, soy una verdadera Trendy Mom .
Somos el colectivo de las «mamás añosas», aquellas a los que para algunos, ya se le había pasado el arroz, pero de repente, les hemos sacado de la galera una paella al dente y bien completita.
Hay una presión social habitual que resulta agobiante a veces. El «para cuándo» No creo que ninguna mamá haya escrito y en su hoja de ruta «Tendré hijos a los 40»; simplemente, sucede por diversas cuestiones.
Actualmente, las circunstancias personales y laborales llevan a que muchas mujeres se planteen la maternidad mucho más tarde que hace 20 o 30 años atrás. Pero como en cada época de la vida, la llamada maternidad “tardía” y hoy cada vez más en auge, tiene sus ventajas y desventajas.
«La vida comienza a los 40″ Entonces para qué cuernos nos hicieron venir con tanta antelación?» decía Mafalda
Una gran ventaja de haber esperado hasta la cuarta década es que llegamos bien formaditas: madurez, mayor estabilidad antes de la , contamos con una mayor seguridad económica y posiblemente estemos más afianzadas a nivel profesional. En el plano afectivo, posiblemente cuentes con un pareja estable y sólida para planificar una familia que cuesta en llegar y, por consiguiente, los padres cercanos a los 40 estamos por lo general más centrados en nuestros hijos que los padres más jóvenes, ya que hemos aprovechado el tiempo al máximo antes de que lleguen y como son tan buscados, disfrutamos más plenamente del embarazo y la maternidad .
Pero no todo son rosas en este camino largo y sinuoso. A partir de los 35 años habrá que tener presente que tenemos más dificultades para quedar embarazadas y seguramente someterte a controles más rigurosos. Las reservas de óvulos y espermatozoides bajan en calidad y cantidad y aumenta la probabilidad de que el embrión pueda padecer problemas cromosómicos, abortos espontáneos y anomalías congénitas y a nivel de la madre, podría causar problemas de hipertensión arterial y diabetes gestacional entre otros, así como dar a luz bebés con bajo peso.
Pese a las dificultades biológicas, cada vez somos más las mujeres que quedamos embarazadas después de los 40, y nuestro gran aliada no es ya la madre naturaleza, sino la ciencia. Hoy contamos con técnicas ecográficas, pruebas genéticas y métodos de fertilización que nos ayudan a lograr un embarazo sin complicaciones, tranquilo y feliz, dando a luz a bebés muy sanos y deseados, y yo he sido testigo en primera persona.
Después de mucho batallar con la naturaleza y la ciencia, el 22 de junio de 2012 nos dijeron que estaba embarazada, y a juzgar por el resultado tan alto de los análisis beta (1268), nos advirtieron que pensáramos que podían ser dos bebés. La noticia nos sorprendió y emocionó a la vez, aunque debíamos esperar a la primera ecografía para confirmar este dato.
Personalmente, siempre había tenido la ilusión de tener dos bebés de golpe, quizás porque mi padre era gemelo y es algo que siempre me había llamado la atención. Diez días interminables más tarde, la primera consulta ecográfica nos confirmaron que había dos saquitos perfectamente identificables. Venían dos bebés a bordo!
El embarazo ha sido una experiencia única e irrepetible con dos personitas que se fueron gestando dentro de mí y a las que empecé a amar con un amor desbordante.
Emma y Evan han dado un nuevo sentido a la vida, que como decía Mafalda «comienza a partir de los 40».
